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sábado, 28 de mayo de 2016

Vicio propio



Surfeando en la ola del pasado

De 2009 data la primera edición en inglés de Inherent Vice, novela del norteamericano Thomas Pynchon (Nueva York, mayo 8 de 1937), cuya traducción al español de Vicente Campos, Vicio propio, fue publicada en 2011 por Tusquets Editores, la cual presenta “entre comillas simples (‘’) las [diseminadas] palabras y expresiones que aparecen en español y cursiva en el original”; cuya adaptación cinematográfica, dirigida por Paul Thomas Anderson, se estrenó el 12 de diciembre de 2014.
Portada de Inherent Vice (2009) y Thomas Pynchon de joven
       
Paul Thomas Anderson e Inherent Vice (2009)
    
Thomas Pynchon
Representación especulativa del novelista hoy
Foto: Bobby Doherty
         Se dice que el furtivo Thomas Pynchon, quien elude exhibir su rostro en mediáticas fotografías, vivió, entre 1969 y 1970, en Manhattan Beach, playera población del condado de Los Ángeles, California, y que tal estancia fue crucial para la urdimbre de Vicio propio. Esto parece probable o es así, sólo que Manhattan Beach en la novela se llama Gordita Beach y es el surfista sitio donde reside Larry Sportello, el treintañero protagonista, apodado Doc, cuya estrambótica oficina de detective privado tiene una letrero que reza: “LSD INVESTIGATIONS”, no porque se dedique a indagaciones relativas al uso del ácido lisérgico (algo así como kármicos daños colaterales derivados de los experimentos psicodélicos y espirituales del gran gurú Timothy Leary), sino porque las siglas significan: “Localización, Seguimiento, Detención”.  

Larry Sportello, alias Doc (Joaquin Phoenix)
Fotoframa de Vicio propio (2014)
  Con su desgarbada pinta de hippie fumeta de huaraches, las aventuras y actividades detectivescas de Larry Sportello, y los hechos de la novela, oscilan, principalmente, en el entorno de Los Ángeles, California, y de Las Vegas, Nevada, impregnados de la abigarrada y enrarecida atmósfera social, popular, consumista, callejera, televisiva, cinematográfica, musical, política, contestaria, represiva, psicodélica y contracultural de los años 60. No obstante, varias alusiones permiten inferir el lapso del breve presente en que se sucede la obra. Uno es la espeluznante masacre cometida por Charles Mason y su “familia”, ocurrida el 9 de agosto de 1969 en la mansión de Cielo Drive, en Beverly Hills, donde murió asesinada la actriz y modelo Sharon Tate, esposa del director de cine Roman Polanski, quien estaba embarazada. Tal crimen, por su reciente y sonora impronta, es aludido varias veces a lo largo de la novela, incluso cuando inicia el juicio. En un pasaje donde se habla de la “Generación del amor”, se remite al pasado: “Allá por 1970”. Y en otro, ya en las latitudes del desenlace, Doc recibe por correo una invitación, dentro de “un lujoso sobre con membretes dorados”, para la inminente “Gran Inauguración” del “Kismet Casino and Lounge”, ubicado en “North Las Vegas”, “que se celebrará en algún momento por concretar de la primavera de 1972”. Es decir, todo indica que el presente de la novela transcurre en 1971 o quizá en 1972.

Sharon Tate y Roman Polanski
  Inextricable a su idiosincrasia gringa, Vicio propio, que en la traducción al español pierde su consubstancial oralidad y natural tesitura, no es una obra solemne, seria y rígida. Todo lo contrario: es chocarrera, hilarante, irónica, desenfada, procaz, iconoclasta y un tanto crítica, erótica y porno, donde buena parte de sus protagonistas, empezando por Larry Sportello, fuman tabaco y marihuana, beben cerveza, devoran pizzas y hots dogs, y viajan con LSD o esnifan cocaína. Sin que la trama implique una rigurosa reconstrucción sociológica e histórica, sí implica consabidos datos, nombres, personajes y hechos reales transcritos del pasado histórico norteamericano, lo cual le da un matiz de realismo y verosimilitud. Todo ello aunado a una continua, lúdica, ilustrativa, miscelánea y retrospectiva banda sonora (musical, cinematográfica y televisiva), cuyas sucesivas citas y alusiones denotan la heterogénea cultura retro de Thomas Pynchon. (Ahora, con auxilio de la web y de YouTube, el lector puede hacer un puntual seguimiento de tal bagaje). 

Colección Andanzas núm. 752, Tusquets Editores
Primera edición mexicana, abril de 2011
Shasta Fay Hepworth (Katherine Waterston)
Fotograma de Vicio propio (2014)
  Dividida en 21 capítulos, Vicio propio inicia cuando Shasta Fay Hepworth, ex novia de Larry Sportello, a quien no veía desde hace un año, lo busca en su casa para que indague el paradero de Michael Wolfmann, su actual novio, quien es un magnate inmobiliario, cuya mafiosa catadura a Doc le resume su tía Reet: “Mafia Hochdeutsch del Westside, el más gordo de los peces gordos, construcción, inversiones en cajas de ahorro y crédito, miles de millones libres de impuestos escondidos en lo más hondo de una remota montaña en algún sitio, técnicamente judío pero quiere ser nazi, para lo que se ejercita a menudo, hasta el punto de utilizar la violencia con los que se olvidan de escribir su nombre con dos enes.” “Va por ahí” —le dice— “con una docena de moteros de la Fraternidad Aria, para que le guarden la espalda, todos malos bichos con antecedentes penales que lo certifican. [...] Si te acercas en coche a diez manzanas de él, ellos se tumbarán delante de tu coche. Si te sigues acercando, te lanzarán una granada.” 

La tía Reet (Jeannie Berlin)
Fotograma de Vicio propio (2014)
  Vale puntualizar que la sabihonda tía Reet, a quien Doc consulta para obtener datos, le vaticina la futura propagación de Internet: “Algún día —profetizó ella—, habrá ordenadores que se encarguen de todo esto, lo único que tendrás que hacer es teclear lo que estás buscando, o mejor aún, decírselo de viva voz, como a ese HAL de 2001: Una odisea del espacio [1968], y te responderá con más información de la que puedes digerir sobre cada parcela en la costa de L.A., retrotrayéndose hasta las concesiones de tierra de los españoles, hasta los derechos de agua, las servidumbres, los historiales hipotecarios, o lo que quieras, créeme, está al caer.” Y más aún, en la oficina de Fritz Drybeam en Santa Mónica —donde Larry Sportello aprendió el oficio de detective con tal mentor y donde lo apodaron Doc por el “neceser de afeitado de piel falsa de cocodrilo” en el que llevaba la “herramienta hipodérmica” “Con el suero de la verdad”, “El mismo que utiliza la CIA”, para aplicarlo en algún malandrín renuente a hablar—, hay “una red de ordenadores”, llamada “ARPAnet”, “todos conectados por líneas telefónicas” con redes de universitarias computadoras: “UCLA, Isla Vista, Stanford”, cuyas virtudes y celeridad informática le canta Fritz: “Pongamos que hay un expediente que ellos tienen y tú no, ellos te lo envían al momento a razón de cincuenta mil caracteres por segundo.” Vale decir, entonces, que Doc acude a Fritz Drybeam y a ARPAnet para proveerse de cierta información y con un “Guau” de asombro describe el fantástico reducto: “Era como estar dentro de un árbol de Navidad de ciencia ficción. Había pequeñas luces rojas y verdes encendiéndose y apagándose por todas partes. Había armarios de ordenadores, consolas con pantallas de vídeo iluminadas y teclados alfanuméricos, cables que cubrían todo el suelo en medio de montones sin barrer de pequeños rectángulos de cartón, del tamaño apenas de un insecto, perforadores de las tarjetas de IBM, un par de copiadoras Gestetner en el rincón y, dominando el escenario a lo largo de las paredes, varias bobinas de cinta de grabación Ampex que se movían nerviosamente adelante y atrás.” 

La omnisciente computadora HAL
Fotograma de 2001: Una odisea del espacio (1968),
película dirigida por Stanley Kubrick
  Fritz Drybeam se siente allí “surfeando en la ola del futuro” y en un episodio le dice a Doc que ha contratado a un muchachito, Sparky, que “todavía tiene que llamar a su madre si va a llegar tarde a cenar”, pero de quien se dice aprendiz y para quien ARPAnet “es como el ácido, otro mundo, completamente extraño.... donde el tiempo, el espacio, y todo el follón, cambian”. Según le dice a Doc, Sparky “ha descubierto un modo de entrar en el ordenador CII de Sacramento sin que ellos lo sepan. Así que, muy pronto, cualquier cosa que tenga la Oficina de Seguridad del Estado la tendremos nosotros: puedes llamarnos CII Sur”.

Larry Sportello y Tariq Khalil
(Joaquin Phoenix y Michael K. Williams)
Fotograma de Vicio propio (2014)
  Paralela a la búsqueda de Michael Wolfmann, a la que se suma la desaparición y búsqueda de Shasta, Larry Sportello —quien a veces risiblemente se disfraza o adopta teatrales imposturas—, se involucra en otras búsquedas que a la postre, sin perder su distancia, tienen puntos de contacto entre sí. Una es la localización de Glen Charlock, a quien según Tariq Khalil, le debe pasta desde su mutua estadía en la cárcel de Chino. Coincidentemente, Glen Charlock es de la Hermandad Aria, el grupo de moteros guardaespaldas que rodean y protegen a Michael Wolfmann. Pero como Tariq Khalil es negro no se puede acercar a esa violenta pandilla nazi. De hecho la presencia de Tariq Khalil preludia los atisbos de racismo y beligerancia racista que las vertientes de la obra también aluden y abordan, como son, por ejemplo, los remanentes de los disturbios raciales ocurridos en el barrio de Watts, en Los Ángeles, entre el 11 y el 17 de agosto de 1965; o cuando en el Juzgado Federal de Los Ángeles un agente del FBI que interroga a Doc le dice que “toda la energía de esta oficina se dedica a investigar los Grupos de Odio Nacionalistas Negros”. Es así que la voz narrativa bosqueja cuando Tariq Khalil aparece en la oficina de Larry Sportello: “Ahora mismo había un visitante delante de la puerta esperando a Doc. Lo excepcional del cliente es que era negro. Claro que de vez en cuando se veía a negros al oeste de la Harbor Freeway, pero encontrarse a uno tan lejos de su zona habitual, casi al lado del océano, era muy raro. La última vez que alguien recordaba haber visto a un motorista negro en Gordita Beach, por ejemplo, hubo un aluvión de llamadas angustiadas pidiendo refuerzos que saturaron las frecuencias de la policía, se reunió un pequeño destacamento de vehículos de las fuerzas del orden y se instalaron barreras de control para toda la Pacific Coast Highway. Un viejo acto reflejo de Gordita, que se remontaba a poco después de la segunda guerra mundial, cuando una familia negra había intentado instalarse en la ciudad y los vecinos, con la servicial asesoría del Ku Klux Klan, incendiaron la casa, y luego, como si alguna antigua maldición se hubiera cumplido, se negaron a permitir que se levantara ninguna otra en esa parcela. El solar permaneció vacío hasta que la alcaldía lo expropió y lo convirtió en un parque, donde la juventud de Gordita Beach, siguiendo las leyes del reajuste kármico, pronto empezó a reunirse para beber, fumar hierba y follar, deprimiendo a sus padres, aunque no el valor de las parcelas.”

Y más aún, según Tariq Khalil le informa a Doc, cuando salió de la cárcel de Chino, luego de que lo hiciera Glen Charlock, descubrió que su gueto negro, ubicado en una parte de South Central donde estuvo un barrio japonés —deshecho cuando durante la Segunda Guerra Mundial los japoneses fueron confinados en campos de concentración—, ha sido demolido y en cuyos terrenos Michael Wolfmann construye el Channel View Estates (“su última agresión contra el entorno”, sentencia la tía Reet; cuyos estragos a Farley Branch, ambientalista y documentalista, le recuerdan “los desbroces que los bombardeos producían en la selva que había vivido” como marine en Vietnam), que es un conglomerado que comprende casas, un centro comercial, una licorería, un expendio de sándwiches y comida para los albañiles y obreros, “una cervecería en la que se podía jugar al billar y un salón de masajes llamado Chick Planet”, que en realidad es un burdel, donde el día que Doc va a husmear ve enfrente “una hilera de grandes motocicletas cuidadas con esmero y aparcadas con precisión militar”, que son las motonetas de la Hermandad Aria. A Jade, una masajista asiática del Chick Planet, Doc le pregunta por Glen Charlock, quien anda por ahí. Pero en vez de encontrarse con éste, oye una gritería y estruendos de las motos y alguien lo golpea y lo deja inconsciente. Cuando recobra el sentido, tiene un chichón en la cabeza y mira el rostro de Bigfoot Bjornsen, detective del LAPD (Departamento de Policía de Los Ángeles), quien en un primer momento, sin pruebas, lo culpa del asesinato de Glen Charlock. Es decir, los moteros de la Hermandad Aria se esfumaron y sólo quedó el muerto y Larry Sportello desmayado. 
Las masajistas Jade y Bambi y Larry Sportello en el Chick Planet
(Hong Chau, Shannon Collins y Joaquin Phoenix)
Fotograma de Vicio propio (2014)
  Dado que el detective Bigfoot Bjornsen, según le dice, quiere hallar al desaparecido Michael Wolfmann antes que el FBI lo considere un secuestro e intervenga y desplace al LAPD (se da por supuesto que desapareció, junto con Shasta, durante el mismo evento del asesinato de Glen Charlock), le pide nombres a Doc; e incluso le llega a proponer que sea su soplón, un informante del LAPD, y que le pagará con marihuana: “¡Dorada de Acapulco! ¡Roja de Panamá! ¡María empaquetada de Michoacán! Incontables kilos de verdadera hierba, di la cantidad, sólo para que lo sepas, que la tenemos. Y lo que no te fumes, por más improbable que parezca que no te lo fumes todo, siempre puedes venderlo.”



     
El detective privado Larry Sportello y el policía Bigfoot Bjornsen
(Joaquin Phoenix y Josh Brolin)
Fotograma de Vicio propio (2014)
         Obviamente Larry Sportello no se convierte en un soplón, tiene su particular moralidad de fumeta irredento; pero con el detective Bigfoot Bjornsen, que no es un modelo de policía pulcro ni perspicaz ni su compinche, establece un ríspido vínculo de eventual colaboración e intercambio de datos. 

Otro caso en el que Doc se involucra es el de la búsqueda de Coy Harlingen, un saxofonista que “había tocado con los Boards, una banda de surf que se había montado a principios de los sesenta y ahora se la consideraba pionera de la música surf eléctrica, y que últimamente tocaba un subgénero que les gustaba llamar ‘surfadélico’”; banda de la que la revista Rolling Stone alardea: “El nuevo álbum de los Boards hará que Jimi Hendrix quiera escuchar música surf otra vez”. Se dice que Coy Harlingen murió de una sobredosis de heroína; pero otros suponen que no fue así, entre ellos Hope, su esposa, quien originó la búsqueda ante Doc, y Scott Oof, primo de éste y músico surfista de los Beer, quien le dice que se rumora “que en realidad sobrevivió”, que “lo resucitaron en una sala de urgencias de Beverly Hills, pero todo el mundo guardó el secreto, algunos dicen que le pagaron para que siguiera simulando que había muerto, y él anda por ahí mismo disfrazado, con el pelo cambiado y todo eso...” 
El saxofonista Coy Harlingen (Owen Wilson) en la casa de los Boards
Fotograma de Vicio propio (2014)
  El derrotero de las indagaciones en torno a la búsqueda de Shasta y de Michael Wolfmann, del trasfondo de las falsas identidades de Coy Harlingen y del asesinato de Glen Charlock y sus cuentas pendientes con Tariq Khalil, conducen a Larry Sportello, en medio de sus vivencias y correrías, a entrever indicios de cruentos, sucios y mafiosos poderes y negocios inmersos, de un modo inveterado y sistémico, en el agresivo y violento tejido social e institucional norteamericano. No obstante, sólo se queda en el atisbo de las puntas de ciertos negros icebergs y no ahonda en sus meandros y trasfondos, pese a que en un peliculesco episodio, para salir con vida de un secuestro, se ve impelido a matar a un tal Puck Beaverton, un cabeza rapada con una esvástica tatuada en el cráneo, quien también era guardaespaldas de Michael Wolfmann, a quien Doc rastreó y localizó en Las Vegas por petición de Trillium Fortnight, la novia de Puck; y también mata, defendiéndose, a un tal Adrian Prussia, un asesino a sueldo, al servicio de la policía y de la mafia del Colmillo Dorado, con un voluminoso y secreto expediente de impunidad en los sótanos del LAPD y de los juzgados, que Doc logra hojear gracias a su vínculo sexual y amistoso con Penny Kimball, “ayudante del fiscal del distrito en la oficina de Evelle Younger”.    

Penny Kimball y Larry Sportello
(Reese Witherspoon y Joaquin Phoenix)
Fotograma de Vicio propio (2014)
  Sobre el ricachón y libidinoso Michael Wolfmann, por ejemplo, se entera que durante un viaje en LSD tuvo cierta visión reivindicativa y kármica, pues en medio de unos desérticos terrenos cercanos a Las Vegas estaba erigiendo una ciudad artificial llamada Arrepentimiento, en la que pensaba restituir, a necesitados y menesterosos, de un lugar dónde vivir libremente en una especie de fraterna y meditativa comuna. Pero un poder oscuro y mafioso, más poderoso que él y coludido al mafioso FBI (que aún es presidido por el recalcitrante antisubversivo John Edgar Hoover), lo secuestró e internó en un manicomio, ubicado en Ojai (la loquería y clínica de desintoxicación Chryskylodon, “para la clase alta”), donde le lavaron el cerebro, y luego lo regresaron a su convencional sitio en el statu quo (donde tiene esposa y cariz de filántropo), pues Wolfmann, tras una estrategia para incrementar rápidamente sus caudales, recién compró en Las Vegas el citado Kismet Casino, que estaba astroso y decadente, y a toda orquesta pergeña su boyante reinauguración. Mientras que Shasta Fay Hepworth, por ende y como si nada hubiera ocurrido durante su desaparición, regresa a Gordita Beach, ya no vestida “de pies a cabeza como una chica de tierra adentro”, sino con sus antiguas sandalias de siempre, “con la parte de abajo de un bikini estampado de flores y una camiseta desteñida de Country Joe & the Fish”.

Shasta Fay Hepworth (Katherine Waterston)
Fotograma de Vicio propio (2014)
     
Shasta y Doc
(Katherine Waterston y Joaquin Phoenix)
Fotograma de Vicio propio (2014)
       Y en su momento, el negro Tariq Khalil, ahora sexualmente enredado con la mesera de bar Clancy —la atractiva pelirroja de minifalda hermana de Glen Charlock—, le revela a Doc los pormenores de la deuda carcelaria de éste, que no eran dólares, sino armas ligeras, del mercado negro, destinadas a “la Milicia Armada Negra de Guerreros Anti-Hombre (MANGAH)”. No obstante, Larry Sportello no indaga sobre tal milicia del Black Power ni sobre el tráfico de armas de la mafia, pero sí algo sobre el trasfondo del asesinato de Glen Charlock, puesto en el blanco, para ultimarlo, por el citado guardaespaldas Puck Beaverton, pues incidentalmente había visto una cinta furtivamente filmada por Farley Branch, el susodicho documentalista y ex marine en Vietnam, donde, con pelos y minucias, mientras Doc yacía inconsciente con un chichón en la cabeza, se aprecia la pactada huida de los moteros guardaespaldas de Michael Wolfmann y el preciso instante del asesinato de Glen Charlock en medio del cerco del Channel View Estates y del asalto del Chick Planet Massage por parte de un militarizado pelotón, con uniformes de camuflaje y pasamontañas, y poderosas armas de alto calibre. Tras ver la película, Doc le pide a Farley Branch copia ampliada de un par de planos y le pide a Fritz Drybeam que a través de ARPAnet indague las matrículas de los vehículos que participaron en el asalto, quien luego le comenta por teléfono: “he buscado los números de matrícula que me diste y resulta que algunos de ellos pertenecen a los ‘reservistas de la policía’ de L.A. Parece que muchos de esos tipos se alistaron durante los disturbios de Watts para jugar al tiro al negro y que todo colara como legal. Desde entonces han sido como una pequeña milicia privada a la que recurre el LAPD cada vez que no quiere salir mal parado en la prensa. Si tienes un lápiz anota esto, y no me cuentes lo que pase.” 

Fotograma de Vicio propio (2014)
  Para indagar sobre esos “auxiliares de la policía”, Larry Sportello, haciéndose pasar por un “representante de Alambradas para la Seguridad del Hogar Tarzana”, se apersona en la casa de Arthur Tweedle, quien acude “a las reuniones de California Vigilante con su vecino Prescott, otro antisubversivo por afición que también constaba en la lista que le había dado Fritz”. Arthur Tweedle es “un operario civil que trabajaba en un turno de día normal en el arsenal de la Marina” y en su casa tiene una colección de poderosas armas que le muestra sin reparos (“armas así habrían cambiado las cosas en Watts”, le dice), además de hablarle de su mercenario “servicio en la reserva de la policía”. Doc ve colgado un pasamontañas que “Se parecía extrañamente a los que salían en la película que Farley Branch había rodado en el asalto a Chick Planet Massage” y Tweedle le dice que “es el reglamentario”, que “forma parte del uniforme para cuando salimos de maniobras”. Así que picado le pregunta si eran ellos “los que estaban hará un par de semanas en aquella movida en la que desapareció Mickey Wolfmann”. Y Tweedle, cantarín, se lo confirma: “Y tanto, acabamos persiguiendo a una banda de moteros por todo Channel View Estates, la pandilla de pinta más repugnante que he visto en toda mi vida, pero, bien mirado, cuando la cosa se tensó no dieron más problemas que los negros.” 

Larry Sportello y Penny Kimball viendo la tele
(Joaquin Phoenix y 
Reese Witherspoon)
Fotograma de Vicio propio (2014)
  Vale observar que esos “matones patriotas conocidos como California Vigilante”, además de racistas y antisubversivos, son “activistas del Partido Republicano”, al que pertenece Ronald Reagan, gobernador de California, y Richard Nixon, presidente de los Estados Unidos. Y es precisamente en un mitin de California Vigilante en el Century Plaza, “el palaciego hotel del Westside”, donde “Nixon se había apersonado de manera imprevista, como por capricho”, que Larry Sportello (mientras fuma un canuto) ve por televisión, en compañía de Penny Kimball, que de repente “un asistente, melenudo, con los ojos desorbitados, vestido con una camisa Nehru y psicodélicos pantalones de pata de elefante a juego”, empieza a gritar coloridos insultos contra el presidente: “¡Eh, Nixon! ¡Eh, pichi Richi! ¡Que te den! ¿Y sabes qué te digo?, que le den a Spiro también. Que les den a todos en la Primera Familia de Mierda. ¡Que le den hasta al perro! ¿Alguien se acuerda de cómo se llamaba el perro? Da igual, que le den también. ¡Que os den a todos! ¡A la mierda!” Los “agentes robot” lo detienen. Y “Nixon de buen humor” sugiere que lo lleven “a una clínica para drogadictos hippies”. Luego, mientras Doc y Penny discuten, en la televisión anuncian que ya lo identificaron: dizque es “Rick Doppel, un estudiante parado que dejó la universidad de UCLA” (Universidad de California Los Ángeles). Pero mientras Penny, que es ayudante del fiscal del distrito, lo identifica como el Chuky, a quien todo el mundo conoce en el Palacio de Justicia y en la Casa de Cristal, pues es un “informante” de la Brigada Antirrojos y de la DIPP (División de Inteligencia para Desórdenes Públicos), Doc, para sus adentros y por unas polaroids que vio para buscarlo, reconoce a Coy Harlingen, el ex saxofonista de los Boards y supuesto muerto por una sobredosis de heroína, buscado por su esposa Hope, con quien tiene una pequeña hija: Amethyst; quienes se conocieron en el Oscar’s de San Ysidro, un antro “justo al lado de la frontera de Tijuana”, donde “los lavabos eran las veinticuatro horas un hervidero de yonquis, novatos y curtidos, que acaban de pillar mercancía en México, la metían en pelotas de caucho y se las tragaban, y luego cruzan de vuelta a Estados Unidos para vomitarlas”. Según le cuenta Hope a Larry Sportello de su romántico encuentro: “Yo acababa de entrar corriendo en el váter sin siquiera pararme a mirar antes, ya me había metido el dedo en la garganta, y allí estaba sentado Coy, con su digestión de gringo, a punto de echar una gigantesca cagada. Los dos lo sacamos casi al mismo tiempo, vómito y mierda por todas partes, yo con la cara en su regazo y, para acabar de liarlo todo, él tenía una erección [...] Ya antes de llegar a San Diego estábamos pinchándonos juntos en la parte de atrás de la furgoneta de no sé quién, y menos de dos semanas más tarde, partiendo de la interesante teoría de que dos pueden pillar más barato que uno, nos casamos, y casi sin darme cuenta llegó Amethyst; y al poco éste es el aspecto que tuvo la pobre.”



   
Fotograma de Vicio propio (2014)
      Haciéndose pasar por “un periodista musical de una revista underground de fans llamada Stone Turntable” y con su amigo Denis de supuesto fotógrafo, Doc rastrea a Coy Harlingen en la casona que los Boards tienen en Topanga Canyon. Y en un encuentro que tiene con él, Coy Harlingen le pide a Doc que le eche un ojo a su esposa Hope y a su hija Amethyst. Y en otro, en la costosa clínica Chryskylodon (cuyo nombre griego significa colmillo de oro), le pide que lo ayude a salirse del pacto de sangre que hizo con la mafia que paga su “programa de desintoxicación” y sus actividades de soplón, infiltrado e informante, tanto para la mafia del Colmillo Dorado (que trafica con heroína del Extremo Oriente), como para el LAPD y California Vigilante.

Sauncho Smilax, amigo y abogado de Larry Sportello
(Benicio del Toro y Joaquin Phoenix)
Fotograma de Vicio propio (2014)
  Según se cree, en Laguna Canyon radican los laboratorios de la mafia psicodélica que produce el LSD con que viaja y oficia un tal Vehi Fairfield, especie de oráculo y amigo de su amiga Sortilège, quien por segunda vez le invita un viaje en ácido en cuyas metafísicas latitudes ve a Shasta, entonces desparecida, a bordo de la goleta el Colmillo Dorado navegando en las aguas del Pacífico. Pero los meollos y alcances del Colmillo Dorado, “un cártel de heroína del sudeste asiático”, son aún más siniestros, según logra entrever Doc en sus indagaciones. Pues según le comenta Jason Velveeta, un padrote idiotizado por Jade, la masajista asiática del Chick Planet, el Colmillo Dorado es “Un cártel indochino de heroína. Una historia vertical. Ellos la financian, la cultivan, la tratan, la cortan, la mueven, controlan redes por todo el país de camellos callejeros locales, y se llevan un porcentaje. Brillante.” Y, según le dice, el Chick Planet Massage “es una de las fachadas que utilizan para blanquear dinero”. Y más aún, según colige Doc, ese costoso colmillo de oro: la clínica Chryskylodon, es parte de esa “historia vertical”, tanto como lo es el barco el Colmillo Dorado, en el que se transportan alijos de droga y bultos de dólares (algunos falsos y con el rostro de Nixon), como otra de sus fachadas: el “Edificio Colmillo Dorado”, “un edificio extrañamente futurista” que es un enorme cono, “¡un colmillo dorado de seis plantas!”, cuyo rótulo anuncia: “COLMILLO DORADO ENTERPRISES, INC-CORPORATE HQ”, el cual, según le informa el doctor Blatnoyd, afanado en esnifar cocaína y en revolcarse con su lúbrica secretaria, es “un consorcio financiero” donde la mayoría son dentistas. Y quien luego aparece misteriosamente muerto en una mansión en Bel Air, donde dizque vestido saltó del trampolín de una alberca (“llevaba un traje de terciopelo de color intenso, casi ultravioleta, con las solapas muy anchas y pantalones de pata de elefante, cuyo efecto acentuaba con una pajarita de color frambuesa y un ostentoso pañuelo”) y oficialmente murió de “una fractura mortal en el cuello”; sin embargo, según el forense, tenía unas “heridas punzantes en la garganta, que se ajustarían a los caninos de un animal salvaje de mediano tamaño”.


         
Larry Sportello y Adrian Prussia
(Joaquin Phoenix y Peter McRobbie)
Fotograma de Vicio propio (2014)
        Vale añadir que las pesquisas que llevan a Larry Sportello frente al asesino a sueldo Adrian Prussia y que lo colocan en la órbita de que éste lo secuestre y quiera matarlo auxiliado por Puck Beaverton, propician que Bigfoot Bjornsen, oculto, siguiendo a Doc a hurtadillas y usándolo como carnaza sin su autorización, le siembre en su auto (sin que lo sepa) un alijo de “veinte kilos de Blanca China del número 4”, narcótico del cártel del Colmillo Dorado que Bigfoot sustrajo de la casa de Adrian Prussia. Doc, tras descubrir la droga oculta en la cajuela —nervioso, presuroso y sigiloso— la esconde. Esto suscita que la mafia quiera recobrarla y por ende el ricachón y empresario Crocker Fenway, quizá algo más que un negociador, se pone en contacto con Larry Sportello para recuperarla. (Crocker Fenway, además, lo conoce porque otrora lo contrató para localizar a su locuaz hija Japonica; “Había sido su primer curro pagado como detective privado con licencia legal, y vaya si se lo habían pagado”). Con una peliculesca y peliaguda estratagema, Doc acuerda un intercambio: entregará el estupefaciente a cambio de la libertad de Coy Harlingen (quien añora y ansía volver a su vida de saxofonista común, con su esposa e hija), cosa que la mafia le concede y Hope se lo agradece con una exultante llamada telefónica: “Ha vuelto, Doc, está vivo y de vuelta y llevo veinticuatro horas viajando por las nubes, y ya no sé qué creer.”

Hope Harlingen (Jena Malone)
Fotograma de Vicio propio (2014)


Thomas Pynchon, Vicio propio. Traducción del inglés al español de Vicente Campos. Colección Andanzas núm. 752, Tusquets Editores. 1ª edición mexicana. México, abril de 2011. 424 pp.


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